Valladolid histórico y monumental: Basílica de la Gran Promesa

Basílica de la Gran Promesa

Ocupa lo que fue la Iglesia pública que hasta 1767 perteneció al Colegio de San Ambrosio de la Compañía de Jesús, y que se construyó gracias a la ayuda el Obispo de Puebla de los Angeles (Méjico), el vallisoletano Diego Romano de Vitoria.

Se cree, que colegio e iglesia fueron construidos entre 1610 y 1665, siguiendo los trazados de los planos de Francisco de Praves. El mecenazgo corrió a cargo de Don Diego Romano de Vitoria, que fue obispo de Tlaxcala (México), y era natural de Valladolid, quien determinó que a su fallecimiento fuesen enterrados el y su familia en la capilla mayor.

Parece ser según los relatos de los jesuitas, que las apariciones del Sagrado Corazón de Jesús al Padre Hoyos sucedieron en Mayo del año 1733, siendo este estudiante de teología.

En 1767, tras la Expulsión los jesuitas de España, la iglesia de San Ambrosio pasó a la diócesis de Valladolid, convirtiéndose en 1773, en la iglesia parroquial de San Esteban.

En el año 1869, el templo fue pasto de las llamas que consumió casi la totalidad de las obras de arte alojadas en su interior, no sufriendo apenas daños la estructura del templo. La actividad religiosa se inició de nuevo al año siguiente. La iglesia se adornó y amuebló, con elementos cedidos por otros templos y conventos de Valladolid.

Tras una importante remodelación, el templo con el nombre de Santuario Nacional de la Gran Promesa, se consagró en Junio de 1941.

En esta remodelación, se usó magníficos mármoles, mosaicos modernos, y dorados.

En Mayo de 1964, el Papa Pablo VI constituyó el Templo del Santuario Nacional de la Gran Promesa, como Basílica.

En el interior de la basílica, se hallan retablos, relieves y tallas de los siglos XVI, XVII y XVIII, muchos de ellos procedentes de otras iglesias vallisoletanas como se ha comentado anteriormente.

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